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Mayo
En la operación estética de nariz o rinoplastia, nos encontramos que tenemos que modificar distintas estructuras de la pirámide nasal como el techo abierto para mejorar el aspecto de la cara y reestablecer la correcta función respiratoria, en caso de que esta estuviera alterada.
Es frecuente, que nos encontremos con un caballete o giba prominente. Para reducirlo tendremos que quitar hueso y cartílago, aunque en diferente proporción en cada pirámide (recordemos que “cada nariz es diferente” no hay dos narices iguales).
Si el dorso es muy prominente al reducir la parte de hueso nos va a quedar una zona aplanada sobre el mismo pues los huesos propios van a quedar separados. Es como si quitáramos la parte superior de una bóveda, nos que da una abertura amplia y por ello, se le llama operación estética de techo abierto u open roof.
Es una situación estéticamente incorrecta pues el dorso nasal aparece plano y no con la curvatura que le corresponde. Además, si no corregimos esta situación el aire al entrar en las fosas nasales choca directamente con la mucosa en contacto con la piel y puede resultar molesto.
Por tanto, deberemos solucionar este problema y para ello romperemos los huesos propios, mediante osteotomias, para aproximarlos entre sí, cerrar esa abertura tan anti-estética y, de esta manera, darle al dorso nasal un aspecto natural y armónico con el resto de las estructuras nasales, evitando además la posibilidad de que resulte molesta la inhalación de aire debido a esta situación funcional incorrecta.
Por otro lado, habitualmente, comenzaremos modificando la punta nasal, pues es mas fácil adaptar el dorso a la punta que no al revés. Si es preciso separaremos los cartílagos alares de los superiores para resolver deformidades de la punta y si esta fuera voluminosa procedemos a quitar volumen reduciendo los cartílagos alares, si esto no fuera suficiente recurriremos al empleo de suturas y colocación de injertos.
En caso de que exista una desviación del septum o tabique nasal que esté produciendo una dificultad respiratoria nasal, rectificaremos esta curvatura mediante la realización de una septoplastia.
Así mismo, si hay un aumento de tamaño de los cornetes, procederemos a reducirlos para facilitar el flujo de aire a través de las fosas nasales.